martes, 1 de julio de 2008

Duendes

Ayer tuve una pequeña lucha contra la impresora. Llegue a golpearla con la satisfacción de que no podría denunciarme por lesiones, ni tan siquiera por amenazas o injurias. Después del maltrato, de sentirme abandonada por mi compañera de trabajo, decidí pararme a pensar y analizar de cerca lo que le pasaba. Descubrí que el error era mío y que la tinta estaba mal cambiada. No pude evitar pensar en cuantas veces haber hecho eso mismo con personas me habría evitado juzgar equivocadamente o que lo hiciesen conmigo.

Se que es una comparación absurda, no somos máquinas. Cualquier persona-impresora habría saltado al primer insulto mío - vaya mierda de impresora que tengo, siempre me tiene que fallar cuando más falta me hace, inútil- y me habría empezado a echar la culpa a mí -inútil tú, que ni distingues la tinta de color de la de negro, hablas con máquinas, estás loca- habríamos discutido y jamás me habría parado a observar tranquilamente cual era el verdadero problema.

Yo no suelo discutir demasiado en cuestiones amorosas. Probable error.

Si la relación va bien no concedo demasiada importancia a las cuestiones chirriantes como para discutir por ellas. Estoy contenta y acepto el pack.

Creo que nadie cambia, que si me va bien así, vale, si no, antes o después terminará, haga lo que haga yo por ello. En lugar de discutir voy marchitándome viendo con pena lo inevitable: que por mucho que se intente hay relaciones abocadas al fracaso, incompatibles a largo plazo y no hay quien sostenga eso. Y terminan.

Y pasa el tiempo.

Y este post se llama los duendes por otro motivo. El despacho que tengo es heredado. Mi padre trabajaba aquí. De vez en cuando le oía gritar ¡los putos duendes! eran momentos de desesperación, le habían desaparecido los papeles que apenas un minuto antes tenía delante o bien la impresora no funcionaba (de ahí este escrito) o su pluma descargaba toda la tinta sobre el escrito de turno acabando en un segundo con trabajo de horas. Los duendes hacían de las suyas. A mi me hacía mucha gracia que una persona tan seria y tan lógica creyese en duendes a esas alturas de su vida. Alucinante. Intentaba ayudarle pero la risa no me dejaba y se cabreaba aun más.

Solo el tiempo y habitar el mismo despacho me ha llevado a la conclusión de que los duendes existen. Siguen aquí haciendo de las suyas. Me quitan la luz justo el día en que tengo un texto recientito y que no he tenido el cuidado de salvar...me traspapelan documentos, hacen que justo cuando viene un cliente "importante" cruce una cucaracha parsimoniosamente y solo la vea yo mientras intento distraer al susodicho para que no se gire y piense que esto es decadente. Cucaracha que no había aparecido en dos años, la muy...

Son becarios caóticos, no les pago, no les alimento pero les compensa estar por aquí reivindicando su existencia, el recuerdo de mi padre y mi cruda realidad de escribiente despistada
.

21 comentarios:

Anónimo dijo...

Claro que existen! Y tú los has heredado, se nota que son juguetones, algo puñeteros y se lo pasan genial en tu despacho. No se te ocurra echarlos o te sentirás sola sin ellos.

Voy a empezar mi Blog en breve, ya os avisaré.

Anónimo dijo...

Qué buen post, Bala.

Yo tampoco he discutido mucho con mis parejas (cuando las tuve). Bueno, con alguna sí. Pero no era culpa mía.

- Sí que era culpa tuya.

- No, de eso nada.

- Que sí.

- ¡Que no!

(Un segundito. Voy a por las pastillitas de colores)...

Anónimo dijo...

Ay los duendes ¡si los adoro! se que están por aquí y unos días me fastidian y otros me inspiran, no son perfectos ni falta que hace.

¡Ya espero ese blog!

Gracias D. Micro.

Seguro que culpa de ella.

Reconozco que aun lo dicho yo soy una discutidora nata, pero más por cualquier otra cuestión, por absurda que sea, que por lo que realmente es importante para mí...rarita que es una, reflejo lo contrario de lo que es.

Anónimo dijo...

Hace tiempo me encontré entre los bloc el suculento títuto "Putos Amores Tardíos". Le perseguí durante una temporada, pero veía, que tanto su título como su primer escrito quedaron en el reposo. El otro día, en una tarde de esas de verano en las que el calor atiza de lo lindo en Madrid, y de las que se goza de todo el tiempo del mundo, me introduje en el maravilloso mundo de los blog e Inmediatamente recordé tan suculento título. Francamente, me llevé una sorpresa cuando ví que habías retomado aquellos geniales sueños.
Hoy contesto a los "Duendes", a esos "Duendes" !Que jo... que existen! Igual que existen ESOS, AQUELLOS Y ESTOS "Putos Amores Tardíos"

Anónimo dijo...

Bienvenid@ Pomelo.

Puedo prometer y prometo que intentaré escribir con frecuencia y no dejar que este blog vuelva a su apatía fundacional...

Pensar que alguien desde otro lugar encontró este blog y lo siguió y lo recuerda ahora me parece increible, alucinante y emocionante. Gracias.

Anónimo dijo...

“PUTOS AMORES TARDÍOS”.
¡¡Hola Bala!!, Dama o Caballero, “dueña/o” (como se suele decir ahora, que me repatea por cierto) de este blog, ENHORABUENA.
Se podrían escribir libros y libros a cerca de cada una de estas tres palabras que forman el título de (permíteme que te tutee) tu blog.
De una en una:
“PUTOS” no deja de llevar implícito a todo aquello que se adjetive con ella, un punto de rabia.
Son “PUTOS”, porque llegan tarde y posiblemente descubras el tiempo que has perdido y pueden ser “PUTOS” porque lo que te provoca es dolor, tanto por la imposibilidad de llevarlo a cabo como por no ser correspondido.
“AMORES” posiblemente sea una de las palabras que mejor identifique los sentimientos, emociones y sensaciones de reciprocidad entre dos personas. Aunque yo conozco otra que me enseñó una amiga mía que lo define así: “SENTIR”.
“TARDÍO”, nunca se puede dar algo por tardío, puesto que cuando éstas sensaciones, emociones y sentimientos llegan, los vives como si fuese la primera vez, pero como dices tú, con la madurez de los años, que te lo hacen vivir de una manera mas intensa pero también con mas prisas, como queriendo aprovechar todo ese tiempo en el que no has conocido nada igual
Y de las distintas combinaciones que con esas tres palabras se pueden formar… ya hablaremos, así como de los “DUENDES”.
…y que puedes decir de los “PUTOS AMORES PERDIDOS”, estos son aún peor…

Estas son unas cuantas citas que pueden tener relación con lo comentado:

Stefan Zweig:
Son muchísimos los que aman; poquísimos los que saben amar.

Miguel A. Bounaroti:
No hay daño mas grande como el del tiempo perdido.

Gonzalo Torrente Ballester:
Las cosas solo dejan de existir cuando se deja de creer en ellas.

Enrique Jardiel Poncela:
El amor es como la salsa mayonesa: cuando se corta, hay que tirarla y empezar de nuevo.

Publio Sirio:
Nadie sabe de lo que es capaz hasta que lo intenta.

Anónimo dijo...

Gracias Delta por entrar en el mundo de P.A.T.

Putos Amores Perdidos daría para escribir mucho. Yo los calificaría de Tristes Amores Perdidos. Esos son los más melancólicos porque para mi los perdidos son los no vividos. Esas oportunidades que has dejado pasar y nunca volveran y te hacen imaginar cómo habría sido, que hubiera pasado si...

Los terminados no son perdidos, son acabados. De nuevo cito a Calamaro: todo lo que termina termina mal o si no termina se contamina.

Puto es hasta el amor más correspondido y mejor vivido. Puto y emocionante, puto e intenso, puto y feliz...

Anónimo dijo...

…o amores vividos y perdidos, por cualquier causa o razón, porque a veces se viven y se pierden.
…y Calamaro, para mi, no tiene razón hay que ser más optimista, no todo lo que termina, termina mal ni tampoco tiene porqué contaminarse…
Existen muchas y muy extraordinarias historias de amor y de lo que sea que acabaron espectacularmente bien, o que no acabaron ni acabarán nunca…

Y efectivamente, todos los tipos de amores son putos, desde el punto y hora en que te quedas siempre atrapado en ellos…

…y gracias a ti y a todos los “blogeros” que dais esta oportunidad de comentar estos pensamientos.

Anónimo dijo...

Si, la verdad es que es pelín negativo.

Anónimo dijo...

Los Tristes Amores Perdidos son los mejores y al mismo tiempo los peores. Yo perdí a mi pareja hace ya un tiempo y aunque sé que nunca la podré volver a ver no dejo de quererla más cada día que pasa. Ese no es un amor tardío, ni siquiera perdido, es un amor que atormenta hasta la extenuación, te quita el habla, te hunde en lo más profundo de tu propio ser y, en contra de lo que se piensa, no cesa de crecer día a día. Se te clava en el alma con tal fuerza que lo llevas contigo hasta la eternidad. Son los amores truncados, partidos, rotos por la desgracia los que nos paralizan en vida y de los que nunca se sale.

Anónimo dijo...

Caminosolo siento lo que leo. Si, estoy de acuerdo, pero hay que animarse!

Si quieres te empaqueto a algún duende...

Hoy casi hacen otra vez de las suyas...

Anónimo dijo...

Y hablando de los "Puñeteros Duendes", esos que desde que leí el escrito no me quito de la cabeza. Siempre supe que existían, me acompañan para lo bueno y para lo malo, unas veces me ayudan y otras me destrozan, pero siempre son simpáticos. Cuando incordian intento apartarlos, igual que a esa mosca que se apodera de mi espacio, pero que es imposible ignorarla hasta el punto de dejar todo lo que estas haciendo para eliminarla. A mis "Duendes", ni los puedo ignorar, ni los puedo eliminar, ellos mismos me lo han demostrado, por eso cuando aparecen molestando alzo la mirada y les sonrío.

Anónimo dijo...

Yo creo es que todos somos duendes de nosotros mismos.
O que cada uno tiene su propio duende que le sirve para autojustificar sus “desgracias” o “inconvenientes” que en el día a día nos van surgiendo.
Sin embargo la imagen del duende es de un ser gentil y amable…
¿A ver si los que solucionan nuestros conflictos son los duendes?

Según WIKIPEDIA:
Los duendes son seres mitológicos elementales de la naturaleza, guardianes de los bosques y de todos los seres vivos que habitan en ellos...

Anónimo dijo...

Cito al enorme Lenisio Dimas:

Yo sé que el amor es la mayor de las farsas. Y sí, también la mejor, por supuesto (Lenisio Dimas: Raramente tengo ideas).

(No se pierdan su última entrada).

Cómo crece el número de comentarios, Dama Bala. Cuidadín, que engancha.

Anónimo dijo...

Me encanta que tu blog se anime, parece que todos lo necesitamos. No podría hablar del amor si no fuera en un foro como este. ¿Por qué tenemos que ocultarnos de los demás para hablar de las cosas importantes de la vida?

Me gusto lo de la cafeína, los gintonics y los pistachos. Soy adicto a todos ellos.

Anónimo dijo...

Se cometen errores en la vida, posiblemente, uno de ellos sea no hablar de los sentimientos con la/s persona/s amada/s. Sería una buena lección: expresar todo aquello que sentimos.

Anónimo dijo...

¿Sabe que recuerdo perfectamente el primer día que me tomé un gin-tónic?

Fue un día tan amargo que la quinina me supo dulce. Desde entonces, en la barra del Pay-Pay, cual Baol oyendo al pianista, es lo que pido siempre...

Por cierto: ese libro (Baol) lo tecleé para una amiga triste. Si quiere que se lo envíe en formato PDF, hágamelo saber.

Anónimo dijo...

Ay madre! como me ha gustado esto. Me he reido mucho pensando en como insultabas a la impresora y con la cucaracha paseadora. Confieso que me he pasado largo rato de mi jornada laboral cotilleando tu blog y la verdad es que se me ha pasado el tiempo volando...Me he leido todo y me parece genial!!. Sigue escribiendo! Ya nos tomaremos unos pistachitos que también me encantan!!. (con algo para pasarlos claro!)
Besitos. PL.

Anónimo dijo...

Queridos! Unos días de desconexión y tantos comentarios acumulados es genial. Gracias!

Desde luego que los duendes son una buena salida para justificar los errores propios, pero existen, hasta creo que arrasan mi nevera, ah no! perdón, que esos son los amigos.

A mi padre una vez que iba andando por los soportales de debajo del despacho se le iban apagando las farolas según él pasaba por ellas...una, otra, otra...llegó a casa flipado. Según él fueron los duendes...parecía que le hacían el paseillo. Creer o no creer esa es la cuestión.

Yo siempre he bebido Vodka con naranja. Desde mi más tierna infancia (que mal no?)pero desde hace un año me he cambiado a los gin-tónics. Si son a las 8 de la tarde, en vacaciones y cerca del mar, de verdad que durante ese rato soy más feliz. (se que todo este comentario suena a alcoholica profunda pero no es así, lo soy superficial). También bebo agua. Aunque siempre me han dicho que es malo porque cría peces en el estómago. Igual por eso me suenan tanto las tripas, será que tengo un acuario tipo el de la expo 08.

Microalgo no conozco el libro. ¿Anima? yo no estoy triste, estoy aburrida...¿me sirve doctor?

El amor...caminosolo, como dice una amiga "libertad individual para la felicidad colectiva" me alegra que te sientas libre para escribir sin restricciones.

Besos

Anónimo dijo...

microalgo.marino@gmail.com

C'est moi. Contacte y a la vuelta le adjunto el libro (chsssst... es ilegal eso de hacer una copia, incluso tecleada, y mandársela a alguien).

Digamos que si yo hubiera tecleado el libro (lo habría hecho para aquella otra chica que confundí con esa otra que confundí con Usted) y contactara con mi correo, se lo mandaría. Todo dentro del terreno de la especulación, claro.

Abrazos.

Anónimo dijo...

Hola

Esta es una prueba de comentario porque nunca antes lo habia hecho