Estaba ciega.
Qué agobio.
Se dirigía a la nada, no podía ver, sólo nebulosas azulonas y rojas.
Oía una voz de un hombre que le increpaba. ¿Qué hiciste la noche del miércoles 3 de noviembre? ¿Donde estabas entre las 10 y las 12 de la noche?
Ella tranquilamente palpó con la mano la mesa, cogió su vaso ancho de gintónic, los hielos tintineaban, estaba muy frío, dio un trago largo y le dijo:
-A ti te lo voy a contar
Se terminó de un tirón la bebida, cogió un puñado de cacahuetes, se llevó por delante varios taburetes y salió a la calle. Era noche cerrada y de pronto vio la luz.
miércoles, 25 de noviembre de 2009
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