lunes, 5 de mayo de 2008

Hay dolores que matan

Este post viene inspirado por el dolor de muelas que tengo. Rectifico. Viene inspirado por el dolor de hueco de muela. Vamos, que me han extraído una muela y dada mi condición de quejica, tengo que escribir sobre lo mucho que me duele en lugar de atormentar más a mis allegados, aburridos ya de mis lamentos.


Pero este dolor pasará pronto (crucemos los dedos). Hay otros dolores que matan. El dolor del alma, puede ser mucho más intenso que cualquier otro del cuerpo. Y mucho peor. Se te instala, se hace fuerte, no lo consigues entender, no hay un médico que te recete unas medicinas y que al comprarlas puedas contarle tu historia al farmaceutico.


-Si, ¿me da "Almaprotex" por favor? me lo han recetado para dolores intensos, ¿sabe? es que el hombre con el que tenía la más importante relación de mi vida me ha dejado, resulta que estaba liado con mi mejor amiga, que para colmo, es la tercera vez que me levanta el pollo...si, si, como le cuento, y no levanto cabeza. Insomnio, debilidad, llorera, tengo una úlcera sangrante pero en mi caso es del alma...no se, igual Ud. me sugiere otra cosa mejor, este médico al que voy no me ha parecido que comprendiera bien el problemón al que me enfrento, he de ir al trabajo, poner buena cara, hablar con los amigos comunes, morderme la lengua, ocultar a mi familia el trago, vamos que no se si este remedio protector del alma va a ser efectivo...


El caso es que en asuntos del corazón intentamos ignorar el dolor que padecemos. Hemos de andar por la calle, montar en el autobús, hablar con la gente, dando gracias de que la sangre de estas heridas es invisible, de que el dolor es transparente. Puedes desangrarte con una sonrisa en la cara. No ocurre con frecuencia, menos mal, pero muchos alguna vez han padecido algo así. Y esa herida cicatriza pero también puede convertirse en una dolencia crónica. ¿que te pasa?, no nada, es que soy enferma crónica de desamor. Ah, vaya, a mi me pasó pero me recuperé muy bien cuando encontré a mi Lorenzo. Ya -tu piensas- entonces no sería amor de lo que tu te quejabas.


Hay que tener cuidado, e igual que no vas empujando a la gente por precipicios, también hay que evitar hacer más daño del necesario en estas cuestiones. Ni hacérnoslo a nosotros mismos generando unas expectativas irreales sobre otra persona, ni soñando unas situaciones inalcanzables, ni esperando que alguien venga a resolver los problemas que son solo nuestros.


Y todo esto viene a cuento de que ya estoy mucho mejor de mi dolor de no muela, porque es el único que tengo, y me alivia mucho saber que pasara pronto y que estoy limpia de otros dolores más profundos (aunque me duele hasta la mismísima raíz de roble que debía tener sujetando la muela, matada y enterrada bajo una corona desde hace años ¿como puede ser posible este resurgir?).


También me duele la cartera, pero ese es otro tema, que cualquier internauta perdido que haya terminado aquí, guiado por su inteligencia, puede asociar rápidamente con los especialistas del diente. Dentistas.