lunes, 29 de diciembre de 2008

Gracias

El sábado me preguntaron si era muy inconsciente o muy valiente.

Viví una situación de las que no se dan dos veces. Tuve mi bautismo en vuelo en avioneta, como copiloto, y a mitad de vuelo empezó a pararse, a perder potencia, a perder altura y a forzar un aterrizaje donde fuese. Mientras todo esto sucedía yo estuve muda observando lo que ocurría, oteando una posible pista de aterrizaje inventada y, cuando ya no quedaba altura y vi que íbamos directos a una ladera de un campo, busqué donde agarrarme para sobrellevar el impacto del accidente que estábamos a punto de sufrir. Sorprendentemente el aterrizaje fue muy bueno y una vez parados, al borde de donde terminaba nuestra pista de sembrados, nos miramos y estallamos en risas.

Por estúpido que suene, en plena crisis aérea, yo pensé que ese no era mi día ni esa la forma de dejar este mundo. Supuse golpes, roturas, lo que fuese, pero no que estaba rondando la muerte.

Probablemente la respuesta a la pregunta es que soy una inconsciente que da gracias a Dios por echarme una mano cuando más lo necesito.
Y gracias a Gabriel, amigo y piloto, por el mejor aterrizaje que he tenido jamás.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Valiente, eso es lo que diría yo. Templanza, seguridad, o sencillamente, escuchar al ser que hay dentro de cada uno de nosotros, que sabe perfectamente lo que sucede y lo que hay que hacer. A veces Dios nos pone estas pruebas, que son un regalo, para enseñarnos a "escuchar". Aunque sé que cada uno de vosotros teneis vuestras inquietudes espirituales personales, o no teneis ninguna inquietud senmejante, lo que creo es que en algún momento de vuestra larga o corta vida habréis sentido algo especial... dejemos lo de especial, pero si lo suficiente para escribir y meteros en páginas como esta para expresar algo... cada uno lo que siebnte. Para mi, fuera de toda inquietud personal, me gustan mucho las "aventuras" que me regala la vida...... Un beso a todos.....

Anónimo dijo...

Si, en esta época en que todos los pilares que teníamos por buenos se tambalean es cuando me doy más cuenta de que no hay nada seguro y que hay que seguir los impulsos o intuiciones que uno tiene sin necesidad de una lógica externa...respecto a la aventura, igual es hasta bueno ser un inconsciente, de hecho creo que no hay valiente muy consciente de a que se expone, sino saldríamos todos corriendo a la primera de cambio.

Ya compartiremos otro lío pero espero no hacertelo pasar tan mal la próxima!

Feliz año