jueves, 11 de septiembre de 2008

Chapuzas

Aquí estoy esperando que venga el huevero por tercera vez en lo que va de semana a arreglar una persiana, bueno otra, que se rompen todas.

El huevero es un señor que tiene una pollería debajo de mi despacho y que arregla los desaguisados que tengo. Una persona muy original, muy sencilla y absolutamente encantadora.

Lleva toda la vida haciéndolo, antes en casa de mis padres, que vivían cerca, y ahora aquí.

Ayer estuvo aquí. Llegó tarareando la bienpagá.

Le dije que si quería le ponía música a su tarareo, que tenía la versión de Diego el Cigala y otra de Mayte Martín. Despreciativo me comentó que la única versión que valía la pena era la de M. Molina.

Camarón...tampoco estaba mal, pero que le mató el peso de la gloria. "Es así y no se puede nadar contracorriente", dijo, mientras siguió cantando.

A mi me llama moza.

Y parece que hoy me ha dado plantón. Pero no se lo tengo en cuenta porque se que está en otra casa arreglando algo, tranquilo, sonriente, en su mundo que, por cierto, es más bonito que el de otros.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Buen hombre y, como dices, mejor su mundo y su manera sencilla de vivir...