lunes, 20 de abril de 2009

Pekin

He vuelto a Pekín.

Después de once años desde la primera vez que fui compruebo lo rápido que avanzan los chinos hacia lo que llamamos progreso y riqueza. Cuando llegué la primera vez el tráfico era un caos. Montada en un taxi destartalado iba agarrada pensando cada segundo que era el último. Los coches cambiaban de carril a golpe de pitidos, en las intersecciones y los cruces prevalecía el tonto el último, las bicicletas se fundían con los coches, la gente, las motos, era un caos que incomprensiblemente salía bien y además era muy atractivo. Hoy los coches son occidentales, los atascos monumentales, ya no pitan tanto y apenas hay bicis (en comparación con entonces). Probablemente es progreso, aunque sea para perder el tiempo sentado en un buen coche en un atasco. Pero es tu coche, es bueno y el mundo puede verlo.

Los chinos tienen muchas ganas de parecerse a nosotros. No lo entiendo.

3 comentarios:

Microalgo dijo...

Mmm...

No sé, Dama.

Allí es lo mismo pero además el Estado te puede meter una bala en la cabeza sin mucha parafernalia previa.

Yo me he sentido siempre muy occidental. Ahora está de moda lo oriental pero a mí no me atrae mucho. Ergo no estoy de moda...

Aunque sólo fuera por curiosidad, me gustaría conocer, sin embargo, Pekín. Con un buen guía que hablara alguno de los pocos idiomas que yo hablo, claro.

Microalgo dijo...

Y, por cierto: me alegra que esté de vuelta por el blog. Me sigo asomando, como puede ver.

Un abrazo, Dama Bala.

Bala dijo...

Hola D. Micro. Estaba intentando quitar una parte de mi cpost y me he cargado la mitad y creo que así está mejor...

Creo que me he explicado mal. No defiendo lo chino especialmente (en detrimento de lo occidental) tienen muchas cosas que me gustan y muchas que no, empezando por lo de la bala que comenta, pero lo que yo he visto es que están perdiendo su esencia por parecerse a occidente,y concretamente a lo más materialista y feo nuestro, que lo tenemos y mucho. Es verdad que es muy difícil que no sea así,pero terminamos todos tan parecidos que aburre. Pronto estarán las mismas cadenas de tiendas,de restaurantes, de supermercados que en todos lados.
Le recomiendo que vaya, aunque cuesta entenderse se siente uno como en casa...