martes, 25 de marzo de 2008

Oda a la limpieza

Todos tenemos algún método para combatir la ansiedad amorosa. Cuando yo la padecía (ahora ni siento ni padezco) me daba por limpiar en mi casa. Llegue a escribir un día en una especie de diario intermitente que tengo, lo siguiente:


Han pasado varios días y hoy tengo soplo de aire caliente.

Últimamente cuando tengo ganas de llamarte me controlo. He encontrado un método que es eficaz. Me pongo a limpiar.

La moqueta, las ventanas y los espejos hoy están relucientes.


Hay a quien le da por comer, por destruir: fotos, cds, hasta coches, o por beber...a mi me ha ido bien con esto, una pena que no tenga más arranques, no hay mal que por bien no venga. Ahora ocurre todo lo contrario, estoy deseando que venga la asistenta!


Ohhhh bendito desamor que traes la limpieza.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuanto menos me conozco, más sé quién soy...
Y, ¿qué habrá en tu "casa" cuando tengas asistenta fija?

Bala dijo...

más brillo!!!!

Anónimo dijo...

Mejor la limpieza que el insomnio, pero eso va con la persona....

Anónimo dijo...

Hola anónima reconocida, desde luego las dos personas que habeis escrito, las dos conocidas y os llamais igual y las dos anónimas...

Sin duda. con la limpieza te involucras hasta tal punto que no entiendes como has podido convivir con tanta suciedad tanto tiempo y te genera una felicidad limpiarlo todo que es hasta preocupante...menos mal que al cabo de una hora aproximadamente se te ha pasado por completo y ¡hala! a buscar asistenta! Besos